El Centro de Bogotá cambió su cara gracias al más ambicioso conjunto de obras adelantadas en la zona en la historia reciente de la ciudad. El proceso incluyó acciones de variada naturaleza: recuperación del espacio público, instalación de mobiliario urbano, regularización, construcción y mejoramiento de andenes; adecuación y rehabilitación de vías, plazas y plazoletas, arborización, realización de obras hidrosanitarias, eléctricas y de iluminación, entre muchas otras que han permitido reanimar, rehabilitar y renovar integralmente esta importante zona.
Se habilitaron espacios para la circulación peatonal cómoda y segura y se generaron nuevos lugares para promover el esparcimiento y la recreación. El ordenamiento vial y de circulación implementados en la zona y la incorporación del sistema de transporte público masivo Transmilenio, han mejorado notablemente las condiciones de acceso y salida.
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